(Fragmento de
la Carta del Dr.S.R.F. enviada al Hno. Pacheco. Desde la India, el 20 de Marzo
de 1953).
Respecto a su consulta astrológica, no tengo ganas de contestarle. En
verdad el aspecto no es de lo mejor, como Ud. lo presenta supongo yo, pero
decir que la maléfica orientación cósmica esta contra su encarnación en tiempo
presente, es únicamente decir que es: una
"predisposición"
y no una "destinación fatal". Le he enseñado que las influencias del
cielo son únicamente "predisposiciones"
sin necesidad de
aceptarlas; mientras más fatalista el
hombre es, mientras más materialista el hombre vive, más los astros pueden
influenciarle. Del
físico al psíquico (planetas
a hombres) hay contactos directos (astros a glándulas), mientras tanto que el
ser se ponga pasivo, inerte y sin destacarse del plano material-físico; si por disciplinas espirituales, el Hombre (con "H", es decir el
Iniciado) se coloca sobre los planos superiores, él escapa del mismo modo a la
zona influencial, es decir; que el espíritu se libera, el alma sale del
zodíaco, él es libre de sus actos y por lo mismo se asimila, él aglomera los
principios de su "Ser" a los principios del "Ser" Superior", él es Unido, Compuesto y compone, él es
en Fusión: el YUG
Entonces, ¿Para qué saber las malas (influencias) predisposiciones de
una época?, ¿Para qué conocer el "futuro posible" pero no "seguro"?
¿De qué sirve ser un
Sadhak (Buscador de la Verdad) practicante de Yoga? ¡No Hermano! Olvide las
cosas así, tan poquito importantes. O mejor, ayúdese a saber que Julio está tan mal
aspectado, para trabajar más fuerte en la transmutación espiritual.
La Astrología es una ciencia que debe enseñarle a comprender que son
sometidos a influencias, solamente los bajos, las personas sin reacción
superior, los negativos; mientras el Hombre verdadero es perfectamente maestre de sus actos y se ayuda especialmente de acuerdo con
los aspectos para transmutar las fuerzas maléficas en purificaciones y así
poner estas fuerzas a su servicio y emplear los rayos cósmicos para fortificar lo psíquico, obrando de esta manera como un Capitán de
su navio quien se ayuda del viento para hacer marchar su barco más
rápidamente... Sea un buen Comandante de su barco, Pachequín. Con su espíritu debe hacer la conducta de
su cuerpo y así practicar la Gran Obra para el mejoramiento de su evolución en
esta tierra donde Ud. ha recibido una Misión que cumplir"
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